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Nombre. Sebastian.
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Apellidos. Mcweibber
Stone.
•• Edad
aparente. Depende del cuerpo que posea.
•• Edad
real. 1134 años. (Nacido el 6 de Marzo del 880.)
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Raza. Demonio puro.
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Nacido como
“incubi”, demonios encargados de expandir la raza demoníaca. Seres que siembran
el descontento, las desgracias, la podredumbre… en el universo. Se dedican
únicamente a convertir a inocentes en demonios. Por tanto, Sebastian tiene ese
“don”. Puede convertir en demonio a un ser inferior.
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Lugar de nacimiento. Noruega, Bergen.
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Orientación sexual. No es algo verdaderamente relevante.
|•| R a
s g o s p s i c o l ó g i c o s .
Si por
algo se caracteriza Sebastian es por su paciencia y parsimonia. Es una persona
realmente calmada, que se toma su tiempo para elaborar las cosas sin importar
cuanto de este gaste debido a que tiene todo el del mundo. Lo que realmente
desea es que sus planes no se tuerzan, que salgan bien, como lo planeado… Y por
eso no le importa que estos se alarguen tanto.
Le gusta
controlar todo a su alrededor, poder sentirse un ser “superior” respecto a los
planes de los demás. Sebastian siempre estará a un paso por delante de su
víctima o del otro ser o persona al que se enfrente. Está preparado. Es observador
y por eso se adelanta a cualquier movimiento. En conjunto a esto se convierte
en un ser calculador y obsesivamente cuidadoso.
Aunque
Sebastian lucha por controlarse, por controlar lo que es, es algo que no logra.
Puede ser la persona más carismática y educada del mundo, y de un momento a
otro sacarte el corazón para después despedazarte. Sanguinario, cruel, frío e
impulsivo cuando el demonio logra controlarle por completo.
Con
normalidad es una persona aparentemente callada, reservada y observadora… pero
los humanos le resultan tan fascinantes que muy a menudo busca sacar tema de
conversación. El final de esa conversación puede resultar de lo más agradable,
o, por el contrario, sangriento y horrendo para la pupila humana.
De vez en
cuando da uso de la ironía o el sarcasmo pero de una manera diferente a lo
normal: responde serio, sin rastro de sonrisa en sus labios, y eso puede
confundir a la gente con facilidad. Algo que no le importa lo más mínimo.
Es una
persona a la que cuesta enfadar, incluso molestar. También es complicado sacar
una verdadera sonrisa de sus labios.
Cuando
finalmente acepta dejarse conocer, o algo o alguien le interesa, su forma de
ser puede cambiar de una manera apoteósica; puede buscar molestar a esa
persona, gastar bromas, sonreír más a menudo (aunque sin pasarse)... Es decir,
soltarse. Aún así le cuesta bastante el tutear a la gente y dejar de lado sus
modales, siempre impecables.
Sebastian
padece de "Alexitimia", que es la incapacidad para expresar con
palabras sus propios sentimientos. En realidad, los alexitímicos parecen
carecer de todo tipo de sentimientos aunque el hecho es que, más que hablar de
una ausencia de sentimientos, habría que hablar de una incapacidad de expresar
las emociones.
|•| A p
a r i e n c i a f í s i c a .
Normalmente
aparenta perfectamente esos 25 años de edad. Es alto, lo suficientemente
fornido y musculoso. Se le notan con claridad las clavículas y tiene una
espalda bastante ancha, cubierta de numerosas manchas que llegan a convertirse
en pecas o lunares en diferentes zonas (como los hombros). Tez pálida, aunque
no completamente nívea, aunque da más sensación de palidez debido a los
diferentes rasgos de masculinidad más marcados de lo normal: nuez, omóplatos,
mandíbula…
Alguna que
otra vez se deja crecer barba, pero nada excesivo. No tarda en desprenderse de
ese poco vello corporal que se adueña de su mandíbula aún siendo un ser que no
envejece nunca.
Su color
de pelo es castaño oscuro, pero dependiendo de la iluminación del lugar puede
cambiar sus tonalidades.
La mayoría
de las veces cuando sonríe lo hace sarcásticamente, pocas veces se le ha visto
con una sonrisa verdadera.
Tiene la
manía de caminar con la cabeza muy alta, como si estuviese todo el día
orgulloso de sí mismo. Da una sensación de incómoda y continua superioridad que
puede llegar a irritar a cualquier persona. A la vez suele tener los dientes
apretados, aunque esto no hace parecer que esté tenso, sino, que por el
contrario, parece ir continuamente despreocupado.
El color
de sus ojos es claro, de un grisáceo bastante llamativo que esconde un pequeño
núcleo amarillento. Cuando el demonio surge, sus ojos se tornan negros; oscuros
como un pozo sin fondo. Su mirada es penetrante y misteriosa, incomoda cuando
mira fijamente durante mucho rato.
Su forma
de vestir depende de la situación: puede ir vestido con elegantes trajes,
normalmente oscuros, y otras veces con vaqueros simples, una camisa o
simplemente una camiseta y sobre ésta una chaqueta de cuero negra.
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GUSTOS.
¤ Si algo le gusta, no es sin duda su parte
demoníaca y sangrienta. Es algo que trata de ocultar y que busca controlar de
una manera u otra, pero, sin duda, es algo que no sale a derechas nunca. En el
fondo el verdadero gusto es el reto a poder controlar esta parte demoníaca y esa
sed de sangre que de pronto le llama.
¤ La
soledad. Adora la tranquilidad, una buena copa de coñac o whisky bien fuerte
para acompañar ese sepulcral silencio que le rodea.
¤ El
calor, los lugares para nada húmedos y refrescantes.
¤ Lo clásico,
la Antigüedad,
el arte de la época anterior.
¤ Le
gustan los humanos. La raza humana le parece realmente interesante y difícil de
comprender, por eso le llama mucho la atención la forma de pensar y de actuar
de la humanidad. Sobretodo adora informarse sobre casos de psicópatas y
enfermedades extrañas y así tratar de poner solución a su manera a los
problemas de la especie.
¤ Viajar.
No sentirse obligado a atarse a un lugar en concreto, o a alguien en concreto…
Pero es un gusto que se atrofió cuando conoció a su actual “familia”, los
Mcweibber.
¤ Las
motos, es más, posee una Harley-Davidson Iron 883.
¤ Le
encanta dibujar, pero no es algo que se le de realmente bien.
¤ El cine
es una de sus pasiones, al igual que las novelas policíacas.
¤ Sabe
hacer figuras de madera.
¤ Arregla
muñecas/juguetes. Incluso algún instrumento.
¤ Desea
comprarse un Impala Chevy '67.
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DESAGRADOS.
¤ Odia la
sociedad actual y lo que le rodea: la tecnología, los medios de comunicación a
excepción de la radio (manteniendo siempre una emisora de música clásica o
jazz) y el periódico.
¤ Las
mentiras, la traición, que traten de contradecirle o intimidarle.
¤ Que
cojan sus cosas con o sin permiso. Incluso cuando “accede” a prestar algo, en
el fondo no es lo que desea. No le gusta que toquen sus cosas, nadie.
¤ Los
ángeles. Son el yang de su raza, algo que no puede controlar por naturaleza.
¤ El
dulce.
¤ Las
personas que se toman demasiadas confianzas pronto.
¤ Los
piercings o tatuajes. Aunque hay excepciones.
• P O D
E R E S
» Poder de
convicción, de manipulación directa e indirecta.
» Poder de
seducción, de atracción física y mental.
» Puede
entrar en el cuerpo de una persona y manejarla a su antojo, haciendo incluso
que esta llegue a hacerse daño físico… Pero prefiere el daño psicológico, lo
considera dolorosamente irreparable. – Contra esto solo funciona el exorcismo.
» Posee la
posibilidad de viajar a otros lugares (tanto en la Tierra, como fuera de ésta)
gracias a las alas negras que posee tras su espalda, normalmente invisibles.
Lugares que puede visitar:
+ El
Infierno (a donde van todas las almas condenadas).
+ El
Tártaro (donde están encerrados los grandes titanes malignos)
+ Los
Abismos/Inframundo (donde residen los demonios comúnmente)
+ El
Limbo (donde están las almas perdidas).
» Factor
de curación que le permite sanar las heridas a una velocidad increíble.
» Tiene
capacidad de hablar y entender todos los idiomas. (Incluso sobrenaturales).
» La
inmortalidad.
» Puede
infligir enfermedades, aunque es algo que no suele producir.
» Es capaz
de robar el alma y convertirlo en energía vital para él o para enviarlas al
Limbo o el infierno.
»
Proyección o Plano de Sombras.
» Puede
crear campos de fuerza, paredes invisibles, aunque no por mucho tiempo.

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