sábado, 14 de septiembre de 2013

Helienna Eve Dönhm (Wedlick) Sabbag.

-  Nombre.  Helienna Eve.


-  Apellidos. Wedlick Sabbag  // Dönhm (hasta hace poco fue su primer apellido).

- Mote. Sebastian la llama << La mujer >>.

- Edad aparente.  31 años.

- Edad real.  Desconocida.

- Raza.  Ángel guardián.

- Lugar de nacimiento.  Rusia.

- Orientación sexual.  Heterosexual / Bisexual.

- Familia. Creig Wedlick O’Brian, que se conozca.

- Oficio.  (-)

- Rasgos psicológicos. Carácter duro, divertido en todo momento, seductor, sensual… Un ser inteligente amante del arte y de desquiciar. Fiel. (-)


- Rasgos físicos. ( IMAGEN )
Es capaz de ocupar otros cuerpos, como todo ángel.
Pelo corto, castaño (tirando a un rojizo oscuro), de piel nívea y ojos azules más claros aún que se vuelven lilas dependiendo de su fuerza vital. Cuando sana o le provocan dolor, se vuelven completamente blancos.
De complexión muy delgada, con poco pecho y notándose mucho los huesos de las clavículas y caderas. Además es bastante alta (sus ojos llegan a la nariz de Sebastian).

- Gustos. (-)

- Desagrados. (-)

- Poderes. ( Los típicos de un ángel. Añadir algo específico por lo de “guardián”. )

- Relación con Sebastian:

Le conoció en Omán, en la península arábiga. Para Sebastian, un viaje situado unos años después de conocer a “la gitana”. Es propiamente dicho, el futuro que vio la mujer en Sebastian… Ese destino oscuro.

Sebastian se instaló por un tiempo en Omán, y su forma de buscarse la vida fue de traductor. Ya que Sebastian es un demonio que comprende todos los idiomas, fue algo que le vino muy bien en esa ciudad. Fue corriendo la voz de lo que Sebastian lograba hacer y el Sultán le convocó con el fin de que tradujese una compra importante de diamantes y oro, un gran tesoro que siempre había deseado (era muy ambicioso) antes de aquello, se citó con él para acordar el precio y sus servicios y allí le presentó a… Aquella mujer, una de sus “bailarinas”. Destacaba por el color de piel claro entre el oscuro de las demás mujeres que danzaban a su alrededor en forma de bienvenida. El Sultán admitió que aquella mujer era su favorita, a la que un día convertiría en su “reina de Arabia”, y  con la que mantenía un fuerte lazo. Todo se trataba de manipulación en realidad, pues aquella mujer, a pesar de ser uno de los primeros ángeles creados por Dios (por lo cual, experta en ocultarse de demonios y seres como Sebastian, peligrosos para la humanidad) lo único que hacía en ese lugar era protegerlo, pues el hijo más joven del Sultán era su “protegido”.

Jamás había conocido a un ser como aquel; pecaba de sensualidad, lujuria, descontrol… Pero aún así cumplía con su mandato.
Al tercer encuentro, entre juegos de palabras (en los que siempre dejaba al demonio con la boca cerrada, cosa extraña para él) se acostaron. Y estuvieron así meses, aunque sin sobrepasar la atracción física (o eso pensaban ambos).
Un día la mujer decidió acabar con esos encuentros radicalmente, Sebastian se volvió agresivo y comenzó a matar sin compasión. El protegido de la mujer murió y  ella de golpe desapareció, no sin antes escribirle una carta en la que decía que “Se verían en un futuro, lo sabía”.

- Importante: Al principio Sebastian no sabía que se trataba de un ángel.
La mujer se marchó porque se quedó embarazada, y los grandes “jefes” del cielo la obligaron a subir. Ellos mismos mataron al protegido de la mujer. (El hijo nació, pero lo ocultó bien).

En el hombro derecho tiene una especie de triángulo marcado con lunares (Al igual que Sebastian). Posee el alma de Sebastian en un guardapelo que le regaló, aunque eso él no lo sabe. 

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